Se emplazan en los billares Pequeño de la calle Hospital a media mañana. Ladrones, derrotistas, quintacolumnistas. Dejan sus armas en el paragüero, empuñan sus tacos, traban negocios y conversan. La Barcelona sitiada por las tropas franquistas en los primeros compases de 1939 agoniza en medio del caos y del terror pero el indiferente Víctor, habitual de los billares y “espuma oscura” de la guerra, se siente fuerte y agradecido. Aún sigue vivo. Así arranca Barcelona cae (Pretextos, 2014) la última novela de Valentí Puig (Palma, 1949) publicada en catalán hace dos años y que por fin puede leerse en español. Una historia sin buenos y malos, tan realista como fantasmal donde la vida sigue jugando unas cartas marcadas por la incertidumbre y la desolación.